La gran cuarentena comienza al son de
trompetas. Todo el pueblo es convocado al ayuno en la Iglesia, asamblea santa.
Al final de la cincuentena pascual, el profeta Joel anunciará la efusión del
Espíritu sobre “toda carne” (Pentecostés). El ayuno de la cuaresma no es una
práctica de penitencia individual, sino una larga celebración en la que la
Iglesia convoca a los hombres para que dejen que el Espíritu renueve sus
corazones. Entonces, del polvo de nuestras cenizas brotarán la vida y la
fiesta.
Hoy
debemos partir, recuperar nuestros orígenes nómadas, tomar el camino de la
vida. Camino de cruz, hecho de humildad, desprendimiento interior, justicia y
amor al hombre. Camino por el que la Iglesia va a la búsqueda del Esposo que le
ha sido arrebatado, en el silencio del desierto y la verdad del corazón. Pero
la fe sabe que la cruz anuncia la resurrección y que ninguna noche se prolonga
sin desembocar en la aurora pascual. Los pecadores ya están invitados a la mesa
mesiánica por aquel que ha venido a llamar a los enfermos y no a los sanos.
¿No
debería ser nuestro ayuno, en el sentido estricto del término, un “ayuno
eucarístico”, un despojarse de todo para, al fin, gustar la alegría de la mesa
de la reconciliación? Mesa en la que el Esposo nos da ya el nuevo vino de la
fiesta. El cristiano, cuando hace penitencia, conoce la paz interior de la vida
y del perdón y, si va al desierto, es porque allí puede Dios hablar a su
corazón; pero en el silencio, y en esta ausencia, que es la única que puede
abandonar nuestro deseo.
¡Es
hermoso ayunar para ti, Dios, vida nuestra, y dejar que el hambre profundice en
nosotros el deseo de un mayor amor!.
Siguiendo
a tu Hijo Jesús, iremos al desierto, y de nuestro despojo de cada día renacerá
una humanidad nueva, fruto de la gracia y la pobreza.
Bendito
seas por la mesa del pan partido, donde son reconciliados los que se dan a ti
sin reservas. Y bendito sea el día en
que tu Iglesia conozca con qué ternura la amas mientras camina por los duros
senderos de la cruz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario