domingo, 29 de enero de 2012

QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (B)




5 DE FEBRERO DE 2012
DOMINGO QUINTO DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)

PALABRA DEL DÍA: Marcos 1,29-39

"En aquel tiempo, al salir Jesús y sus discípulos de la sinagoga, fue con santiago y Juan a casa de simón y andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó, se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo le dijeron:
-Todo el mundo te busca.
Él les respondió:
-Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicae también allí; que para eso he salido.
Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios". PALABRA DEL SEÑOR

REFLEXIÓN

Jesús no es un mago que pronuncie palabras mágicas para curarnos de nuestras enfermedades físicas y nos evite los problemas de la vida. Él nos trae una buena y gran noticia. Que Dios no tiene en cuenta nuestra condición, no nos acusa de nuestras responsabilidades fallidas, que nos libera de la culpa, que nos tiene agobiados y atenazados. Él no nos juzgará con la ley en la mano sino con el amor de un padre o una madre.
Esa experiencia nos cura, nos levanta el ánimo, nos saca de nuestra postración y nos libera de todo mal interior para que podamos dedicarnos al servicio de los demás.

Tomás García Torres








viernes, 27 de enero de 2012

El martes 31 quinario e del Santísimo Cristo de la Expiración. Para ella, la catequista de mi niñez, va esto.


Qué tienes tú mi Esperanza,

que agolpes de tu mirada,

las flores se van abriendo

para lanzarte sus pétalos

en cascadas desde el cielo.



Que tienes tú mi Esperanza,

que a golpes de tu mirada

de esa carita morena,

mi corazón se estremece

y se me quitan las penas de ver a tu hijo muriendo,

porque se que  está muriendo,

pero  es trigo que se siembra.



Que tienes tú mi Esperanza,

que a golpes de tu mirada

allá por Miguel Redondo

se disparan las saetas

de las resecas gargantas.



            Quién te plantó ese jardín

en el verde de tu manto,

con hojarascas de oro

y flores de fina seda,

¿no conocería el Paraíso

donde Dios a Adán pusiera?.



            ¡Oh dulce fuente de amor!,

hazme sentir tu dolor,

que a golpes de tu mirada

yo siempre contigo sea

hijo fiel de tu Señor.



No es preciso que te cante,

no es preciso que te alabe,

que a golpes de tu mirada

mejor choquera, no cabe.

Esperanza coronada.

martes, 24 de enero de 2012


2 DE FEBRERO
FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR
"FIESTA DE LA CANDELARIA"


LECTURA DEL DÍA (LUCAS 2,22-40)

"Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones". Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver a Mesías del Señor. Impulsado por el espíritu, fue al templo. cuando estraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: "Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel". Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten, será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma". Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba  del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galila, a su casa de Nazaret. el niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba".

REFLEXIÓN

Cuando el niño Jesús es llevado al templo se cumple con un precepto religioso y, a la vez, se da cumplimiento a las profecías. Su encuentro con Simeón y Ana ratifica que ha existido en Israel una generación de personas que han esperado la llegada del Mesías. Hay pues algunos, como este hombre y esta mujer, que sienten que se ha cumplido la promesa de Dios.
Lo que queda de esta reflexión es que Jesús en contacto con gente no poderosa, sino empobrecida: con ancianos, en este caso. Con estos pobres va a compartir él su vida, desde su nacimiento, en diferentes espacios, incluyendo el templo mismo. Aquí, también, va a estar la clave de su evangelio. Cuando Simeón habla a Dios es como si lo hiciera todo el pueblo: él es la voz de todos los que habían vivido en torno a esa promesa. Y se alegran porque podrán morir en paz, ya que Jesús aparece en medio de su pueblo, lo cual se convierte en toda una confesión de fe. Y cuando se dirige a los padres de Jesús, es como si resumiera lo que él va a hacer a lo largo de su vida y lo que representará su proyecto enfrentado al Imperio romano.
En la comunidad debe quedar aclarado que el proyecto de Jesús exige pronunciarse frente a la realidad, que por ser una realidad conflictiva obliga a tomar posición, a optar por la justicia o contra la justicia. entonces, no es que Jesús haya hecho a buenos y a malos, ni que venga a tumbar ni a levantar a un grupo en especial; sino que es su presencia la que " es signo de  contradicción" y "causa de división", en cuanto que al obligar a pronunciarse ante él, pone de manifiesto la bondad o maldad de cada quien.

Tomás García Torres


domingo, 22 de enero de 2012

CUARTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO



CUARTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)


LECTURAS:

Primera Lectura: Deuteronomio 18,15-20
Salmo 94
Segunda Lectura: Primera Corintios 7,32-35
Evangelio: Marcos 1,21-28

"En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sabado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar:
-¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de ¨Dios.
Jesús lo increpó:
-Cállate y sal de él.
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos:
-¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo.
Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea".


REFLEXIÓN


Recuerdo el tiempo, en el que la mayor parte de las gentes llevábamos los mismos horarios de trabajo, de colegio, de tiempo libre; a cualquier hora podíamos encontrarnos en la calle o en los lugares preparados para ello: parques, solares en los que los niños jugábamos al pincho, a la villalba, o al trompo.
Este tiempo es complicado, es complicado incluso encontrar un día y una hora para poder juntarnos y hacer una reunión, o quedar para celebrar un cumpleaños o para realizar una convivencia. Cada cual llevamos nuestro ritmo y nuestras rutinas, y somos pobres, muy pobres, al no poder disponer de tiempo para la familia y los amigos.
¿Qué está pasando? ¿A quién le interesa que esto funcione así? ¿Alguien sale beneficiado de este ritmo de vida? ¿Somos conscientes de lo que perdemos y de lo que ganamos viviendo de esta manera? ¿Y de lo que pierden o ganan los que están a nuestro alrededor?
Son importantes los encuentros, y a Jesús le gustan los encudentros. Nos encontramos hoy en la sinagoga de Cafarnaún. Y hoy ocurrirá algo grande. La emoción será extraordinaria.
En la sinagoga Jesús enseña y actúa. En seguida los que escuchan quedan sorprendidos por la manera de enseñar. Llega más y mejor a las personas y lo que dice es convincente. El mensaje de Jesús es nuevo, fresco, llega al corazón. La monotonía y el aburrimiento no existen para él. Habla, se hace escuchar, convence y emociona. su pedagogía no es la de los maestros de la Ley. Además, habla con autoridad. ¡Qué maestro!
Todos están atentos. Las palabras de Jesús llegan al corazón de los oyentes. ¡Son palabras auténticas! No son palabras vacías. Son coherentes con su vida; su mensaje va acompañado por su testimonio y por los hechos. La autoridad de Jesús hace crecer la ilusión en el corazón de aquellos que le escuchan. No quiere dominar, no los carga con leyes. viene a dar vida. Anima a las personas. Los quiere librar de lastres inútiles.
La autoridad de Jesús es provocativa. El mal y el espíritu del mal no pueden resistir la palabra salvadora del Maestro. Y la reacción negativa no se hace esperar. El espíritu del mal no puede contenerse ante una claridad tan luminosa. La tiniebla rechaza la luz. Por eso el poseido estalla con violencia: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros?...". Aquí vemos el poder de Jesús. Él ha venido a destruir el mal y a liberar a las personas. ¡Qué emoción había en la sinagoga! Pero Jesús no tiembla. Su autoridad destructora del mal se hacde más manifiesta y enérgica: "Cállate y sal de él". Son unos momentos de fuerte tensión. La comunidad aguanta la respiración. Profunda emoción y silencio absoluto. ¿Qué sucederá? La fuerza de Jesús y su autoridad liberan a aquel pobre hombre atrapado por el espíritu del mal. Y, en medio de aquella situación tan tensa el mal de aquel hombre sale con violencia y gritando.
De nuevo el pueblo proclama que Jesús enseña con autoridad una doctrina nueva. ¡Esto es fascinante! Los espíritus malos no pueden resistir su autoridad y su magisterio. Él transforma a las personas y las libera.
Dejémonos penetrar por la Palabra de Dios y por la alegría de creer en Jesús. Esta fuerza de Jesús en nuestra vida ha de ser capaz de transformarnos para poder comunicar de palabra y con hechos nuestra profunda convicción cristiana.
Seguro que en todas las casas de Cafarnaún los hechos de aquel sábado son objeto de comentario. Y todos se explican los detalles. Al ser sábado no pueden salir de casa e ir al encuentro de Jesús, ya que la distancia que se puede caminar es limitada en día festivo hasta la puesta del sol. El evangelio de hoy ni agota la jornada de Jesús. Seguirá el próximo domingo con el almuerzo en casa de Pedro y la curación de su suegra y después, al anochecer, todos saldrán de casa e irán al encuentro de Jesús. Así lo comentaremos dentro de una semana.
Y nosotros, en esta celebración, seguro que nos sentiremos también impresionados y conmovidos por la palabra y la acción de Jesús. Él, también hoy, como siempre, nos preside y se hace presente en la eucaristía. Deseémoslo con ardor y abrámosle nuestro corazón y, entusiasmados, sigamos la fiesta con la profesión de nuestra fe, diciéndole que queremos amarlo y seguirlo siempre.

Tomás García Torres